-Por favor, no llores mi niña-
-Se que estar desnuda, amordaza y atada de
pies y manos puede hacerte pensar que voy a violarte o hacerte algo malo, pero
no es así. Yo no voy hacerte ninguna de esas vulgaridades, además mírame; soy
un hombre mayor, tengo setenta y dos años y aunque quisiera abusar de ti, no
tendría fuerzas ni para hacerte cosquillas-
-¡Ah! Ya sé, es que el hecho de verme desnudo
te asusta ¿no? Pero despreocúpate mi niña, esto es solo parte de mi ritual.
-¿Yolanda, así te llamas? En tu cedula dice
que tienes 32 años y eres soltera. Y Entonces ¿Quién era el hombre con quien te
encontré en la camioneta? ¿Tu hermano? ¿Un amigo? No importa-
-No tienes porque preocuparte por él; a pesar
del golpe que le di, no creo que este muerto. Solo lo deje inconsciente.
-Una pregunta ¿te asusta la navaja con la que
te amenace para que vinieras conmigo? Je je je, es un regalo que me hicieron
hace muchos años y mírala, aun esta afilada como el primer día-
-Como la primera vez-
-Recuerdo la primera vez, era una niña
preciosa, tendría que ¿quince? ¿Dieciséis? No lo recuerdo. Lo que sí recuerdo
es que fue una experiencia maravillosa a pesar de que estaba tan asustado como
ella, pero cuando saboree la primera gota de sangre, todos los miedos se fueron
y solo quedo espacio para el placer y para las lágrimas. Después que termine
con ella, yo estaba cubierto de su preciosa sangre pero ella ya no se movía,
pero no la culpo ¿Cómo podría moverse alguien así? ¿Con todo lo que le había
hecho?-
-Pero yo necesitaba más, mucho más; tenía que
ser precavido para que nunca me descubrieran. Nadie entendería el motivo por el
que hice esas cosas. Seguramente me llamarían loco o asesino, pero ¿Que sabrán
ellos de mis necesidades? ¿De mis deseos? Nadie lo entendería-
-Espero que mi historia no te este aburriendo,
es que siento la necesidad de contarte todo esto para que me entiendas. Yo se
que estarás aun mas asustadas después de saber las cosas que he hecho pero
cuando mueras, cuando tu alma se libere de esta débil prisión de carne y hueso,
tú me entenderás, tu alma me entenderá-
-¿Por qué estoy tan seguro de esto? Te
preguntaras. Es que todas me agradecen desde el más allá, son felices en la
eternidad por haberme servido, por haberme entregado su vida. Yo las oigo
siempre, me susurran al oído, me animan a seguir, todos los días me hablan y me
incitan a que siga compartiendo mi amor-
-¡Eso es! ¡Amor! Eso es lo que te daré, todo
mi amor y tú me darás tu vida a cambio ¿No te parece romántico?-
-Aunque si lo piensas mejor, estar metido en
el cuarto de la basura del centro comercial, no me parece el lugar más
romántico del mundo, y menos con el alboroto que hay allá afuera-
-Pero nada de eso importa ahora ¿Verdad?-
-Bueno ya basta de charla, comencemos de una
vez-
-Empezare por abrirte una de las venas del
brazo derecho-
-¡Que sangre más hermosa mi niña!-
-Disculpa si yo también lloro, es que no
puedo evitarlo, es algo tan bello el ver correr la sangre que nunca me he
podido contener-
-Déjame saborearla, pasarla por mi cara ¡Oh
si! que sabor tan precioso, ¡Que cálida!-
-Se que te duele mi niña, pero por favor se
fuerte que apenas estoy empezando-
-Ahora voy a partirte el dedo meñique y el
pulgar-
-Es inútil que te resistas mi niña, soy un viejo
pero aun tengo suficiente fuerza para hacer esto-
-¿Preparada? A las tres, uno, dos, ¡TRES!-
-¡Oh dios mío santo! Mira como pusiste tu
cara, que preciosa te vez cuando sientes el dolor, ven ¡Abrázame!-
-Ya mi niña, se que te duele, pero… Pero eres
tan preciosa y la manera como sientes el dolor, me hace enloquecer de ternura.
Además tu sangre se siente tan bien sobre mi cuerpo, sobre mi cara, ahora sobre
mi pecho y un poco más abajo, ahí ¡Sí! Mas ahí, mucho más-
-Te dirá algo mas, la carne es tan deliciosa
y mírame, no engorda para nada ¡Bueno! Quizás estoy exagerando un poco ya que
solo ingiero muy poca. Un pezón, unas cuantas tiras de los glúteos, quizás el
dedo gordo del pie y el postre ¡Clítoris!-
-Pero eso será más tarde mi niña, aun quedan
muchos huesos por romper y mucha sangre por derramar, pero no será derramada en
vano ya que apreciare cada gota y valorare cada lagrima que derrames-
-Tus lagrimas ¡Jesús! Tus lágrimas son como
un trofeo para mí, pero no me creas materialista mi niña, yo no hago esto solo
por mi placer personal. Te diré algo que no le he dicho nunca a nadie; dios
vino un día y me hablo, me dijo que a toda las mujeres a las que les hiciera
esto, el las recibiría en el cielo como mártires, me dijo que entre más dolor
les hiciera sentir, mas regocijo les daría en el cielo-
-Es por eso que lo hago mi niña, por ti, por
mi y por él. Por ese motivo es por el cual me darás uno de tus ojos. En el
cielo no necesitaras tus ojos, pero en cambio yo los guardare dentro de mí-
-No pienses que me los voy a comer ¡Faltaría
menos! No mi niña, los guardare en el lugar donde nunca me pega el sol, je je
je je, estoy seguro de que sabes a que me refiero ¿Verdad?-
-Bueno prosigamos con tus dedos, veamos, por
cual me decidiré, creo que elegiré el anular, si, será el anular-
-No sabes cuantas uñas he quitado con esta
navaja ¡Hasta parece un corta uñas ya!-
-Je je je, si los sé, es un mal chiste-
-Mira bien, primero meto la navaja debajo la
uña, luego la hundo con fuerza, así… un poco mas y ¡Zas! ¿Ves que fácil es?-
-Hagámoslo otra vez, pero con el dedo medio-
-¿Preparada? Uno, dos, tres-
-¡Uff! Que uñas tan bellas, pero no tan
preciosas como tus lágrimas, aunque será aun más esplendoroso cuando comiences
a llorar sangre-
-¿Te digo una cosa? Antes yo solía
coleccionar uñas ¡Hasta me hice un collar con ellas! Aunque como siempre les
quedaban resto de sangre o carne, con el tiempo comenzaron a oler mal-
-¡Ah! Qué tiempos aquellos, me trae tan
buenos recuerdos-
-Pero no es momento para ponerme a recordar
debo continuar con mi trabajo-
-Aunque aun no me decido por donde continuare
¿Por las orejas o por la nariz?-
-¡Bien! Déjame ver, Detin, Marín, Dedo…-
No, no, no. De verdad que existe gente enferma y hasta peor que este viejo asqueroso.
ResponderEliminar